24 de septiembre de 2010

Los valdenses en Aragón

Herejes en la hoguera
Los valdenses constituyeron una herejía que surgió a finales del siglo XII, creada por un francés de Lyon llamado Pedro Valdo.

Inicialmente predicaron en Languedoc, norte de Francia y Lombardía pero llegaron muy pronto a Aragón. Pedro II ordenó ya en 1.197 que salieran de su reino todos los valdenses, llamados vulgarmente “sabatati” o “pobres de Lyon”.
En la Corona de Aragón sus mayores núcleos se encontraban en Cataluña y no eran demasiado numerosos, sin embargo, en una sola ejecución 114 valdenses fueron quemados vivos y sus cenizas echadas al río Ter en Gerona. Se confundían en ocasiones con los albigenses o cátaros los cuales tenían colonias más numerosas en el Maestrazgo, Matarranya y Jaca.

El más conocido de los valdenses aragoneses fue Durand de Huesca que una vez convertido a la ortodoxia católica y bajo la disciplina eclesiástica escribió el “Liber contra manicheos” y también el “Liber Antiheresis“, conservado en la Biblioteca Nacional de Madrid. Este libro es un tratado contra la herejía y es una de las pocas fuentes que existen para conocer la doctrina del catarismo y los orígenes de la valdesía.
Catedral de Elne (Rosellón )

Durand fue responsable de una congregación aprobada por el papa Inocencio III, los Pauperes Catholici, que se utilizó para recuperar a valdenses y cátaros para la causa de la Iglesia romana. En 1.212 fundó un convento en Elne (Rosellón) para su comunidad que fue el precedente de las órdenes mendicantes posteriores.
Enlace:

La religiosidad medieval en España

Autor fotografía  Josep Renalias

2 comentarios:

Ferrolobo dijo...

Buena entrada.
Me alegra leer estas cosas, y ver que aún queda gente a la que su sesibilidad le lleva a interesarse por esta parte de la historia.

Luis dijo...

Gracias por el comentario. Y gracias también por "La promesa del almogavar", novela que me leí de un tirón y que me encantó.

Por cierto, la primera entrada después de estas minivacaciones del Pilar estará referida a Occitania, territorio con el que tanta relación hemos tenido en el pasado y del que tanto se desconoce hoy en día a pesar de estar tan cercano.