El aragonés más popular y quizás el único apreciado por personas de todas las ideologías, ha muerto esta noche en Zaragoza. Los que hemos tenido la suerte de conocerle podemos alabar su cercanía, su bondad, su entusiasmo y sus convicciones. Sirvan estas líneas para honrar su memoria . Hoy los aragoneses quedaremos un poco huérfanos.
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